
Feriado nacional: ¿Una práctica pedagógica controversial? A un mes del feriado nacional impuesto por el intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner
On 05/10/2022 by adminDe lxs creadores de “los chicos están perdidos por la villa” y “los docentes eligen militar en vez de hacer docencia” llega un nuevo episodio: “¿cómo puede ser que sea feriado el día siguiente y que los chicos no vayan a la escuela?”.
Desde las teorías curriculares clásicas se plantean tres tipos de currícula. La explícita, la real y la oculta. Spoiler alert: en realidad no es oculta y está en todos lados.
El currículum explícito tiene que ver con el diseño curricular, con lo que se propone desde la estructura que se debe enseñar y se debe aprender en los diferentes niveles, en los diferentes años y en cada una de las materias. El real tiene que ver con lo que realmente sucede de eso.
Pero donde me gustaría que nos detengamos es en el oculto. Tiene que ver con lo político subyacente a la toma de decisiones vinculadas a todo tipo de aprendizaje en los valores y perspectivas del docente, de la institución, del contexto histórico, sociales y culturales, en el que se involucra este proceso pedagógico que no se encuentran escritas, que no son oficiales Es entonces que la oculta es básicamente lo que recordás de la escuela para siempre, lo que queda impregnado. En este sentido, es importante retomar a Paulo Freire, pensador pedagógico crítico latinoamericano que menciona que para que los seres humanos aprendieran a leer no solamente “la palabra”, sino también leer “su mundo”.
Es por eso que es necesario pensar en la lectura del a partir de lo sucedido como un punto de inflexión, un hecho del que debe hablarse en los espacios de socialización, tanto primaria (familia y círculo diario) y secundario (escuelas) porque representa una amenaza a la democracia como la conocemos. Como mencionó Cristina Kirchner el 15/09: “Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, para mí lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde el año 1983”.
No se debería poder enseñar sobre democracia solamente desde una suerte de marco teórico. Como docentes, es responsabilidad de todxs asumir el rol como agente político generador de disparadores para y por el pensamiento crítico en la lectura del mundo. La educación en sí es un quehacer político, diría Freire. Es por eso que es necesario realizar el acto de enseñar con una perspectiva transformadora, que involucre a lxs estudiantes a la realidad en la que se encuentran involucradxs.
La enseñanza de la democracia debe ser pensada como punto de apoyo para la construcción de los Estados Latinoamericanos, en donde la memoria tiene que ser el eje central desde lo discursivo en su enseñanza.
Iara Margalit Waisberg
Licenciada y profesora en Ciencias de la Educación (UNSAM). Diplomada en Educación Sexual Integral (UNSAM) y en Genocidios y crímenes contra la humanidad (UBA), estudiante de la maestría en derechos humanos y democracia para América Latina y el Caribe (CIEP- UNSAM)