La legislatura de la impunidad
On 28/03/2019 by adminGuatemala es ese pequeño y multicultural país del triángulo norte centroamericano que aparece en los noticieros cada tanto tiempo por algún desastre natural, por sus datos alarmantes de desigualdad o inseguridad y/o inestabilidad política. Derivado de la persecución penal dirigida a cuadros políticos y empresariales por casos de corrupción y las movilizaciones sociales suscitadas en 2015, se ha ido gestando un reacomodo en el tablero político, marcado por los diversos esfuerzos de los sectores más conservadores del país en recetar amnistías para procesados por diverso tipo de delitos.
Respecto a esto último, es necesario señalar que, en septiembre de 2017, 113 diputados (de un total de 158) aprobaron dos decretos que modificaban la responsabilidad penal en gran parte de los delitos tipificados en la legislación nacional. Esta medida tenía como objetivo hacer que los procesados y procesadas por corrupción -y que se encontraban en prisión preventiva- pudieran obtener sustitutivos penales y la libertad inmediata. Esta acción generó grave descontento en la población guatemalteca en general, pues también representaba amnistía para más de doscientos delitos. Finalmente dicha iniciativa fue criticada por muchos sectores sociales, y los diputados dieron marcha atrás.
Posteriormente por razón de un exhorto emitido por Corte de Constitucionalidad, el pleno del Congreso de la República convocó a diversos sectores para conocer la reforma al delito de financiamiento electoral ilícito, delito por el cual diversos personajes del sector empresarial y político del país se vieron investigados y fueron procesados hasta determinado punto. Este nuevo escenario se resolvió con el Legislativo reformando el delito dando penas menores y otorgando una salida procesal más a quienes enfrentaban procesos penales por dicho tema.
Actualmente, uno de los escenarios más complejos de la justicia transicional se está discutiendo en el Palacio Legislativo, pues desde el mes de octubre de 2018 un grupo de diputados de diversos partidos y que responden a los intereses más conservadores del país, han promovido la aprobación de una reforma al Decreto 145-96 o Ley de Reconciliación Nacional.
Dicho decreto legislativo contiene las pautas de amnistía aplicables para los diversos actores que tomaron las armas en el Conflicto Armado Interno y en su artículo octavo determina lo siguiente: “La extinción de la responsabilidad penal a que se refiere esta ley, no será aplicable a los delitos de genocidio, tortura y desaparición forzada, así como aquellos delitos que sean imprescriptibles o que no admitan la extinción de responsabilidad penal, de conformidad con el derecho interno o los tratados internacionales ratificados por Guatemala”. Como puede entenderse, este apartado normativo ha generado molestia pues deja abierta una ventana amplia para procesar a las personas que incurrieron en graves violaciones a los Derechos Humanos entre 1960 y 1996 en Guatemala.
Asimismo, es necesario señalar que dicho apartado ha sido fundamental para viabilizar los procesos penales contra los perpetradores de terrorismo de Estado y así poder dilucidar las responsabilidades penales. Siendo precisamente uno de los puntos que esta legislatura pretende derogar en los próximos días. De tal suerte, estamos en un escenario complejo en donde el rechazo de la sociedad civil y Corte Interamericana de Derechos Humanos parece caer en oídos sordos de los legisladores[1] que aparentemente intentaran asestar otro golpe a la justicia, para así favorecer con amnistía a otro sector que ha mostrado su apoyo política en la gesta por institucionalizar la impunidad.
De tal suerte, es
necesario fijar la mirada a lo que acontece en Guatemala y recordar que la lucha
por los Derechos Humanos, la justicia y la dignidad de las víctimas es algo
constante, por lo cual debemos denunciar estos intentos por institucionalizar
la impunidad y dar la batalla legal correspondiente para frenar estar
iniciativas regresivas.
[1] https://twitter.com/AlvaroArzuE/status/1105950609033826304
Carlos Guzmán
Abogado y estudiante de la Maestría en Derechos Humanos y Democratización en América Latina y el Caribe (CIEP/UNSAM).
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