Dada la
coyuntura mundial a raíz del coronavirus (COVID-19), es importante señalar los
posibles impactos de dicha pandemia sobre las comunidades y pueblos indígenas
en Brasil; ya que dicha población se encuentra en condiciones de vulnerabilidad
por factores sociales, económicos y de salud.
Las dificultades
generadas por el acceso a los servicios de salud – sea por la indisponibilidad
o insuficiencia de los profesionales de dicha área especializados en esa
población – y en algunos casos por la distancia geográfica y condiciones de
movilidad- puede amplificar la potencialidad de la diseminación de la enfermedad.
La Fundación Nacional del Indio (FUNAI)también alerta sobre otros factores
concretos que agravan la vulnerabilidad de la población indígena -especialmente
la que se encuentra en aislamiento- debido a la ausencia de acciones
diferenciadas y específicas para el cuidado de la salud y la prevención de
enfermedades infecciosas.
Las políticas públicas llevadas adelante por el
gobierno central – o más bien, la falta de ellas-, hace con que la pandemia
siga con muy poco control. Los lineamientos llevados adelante por las
principales autoridades públicas difieren de las orientaciones emitidas por la
Organización Mundial de la Salud – OMS, y las escasas medidas de control son
hechas en gran medida por los gobernadores de algunas provincias en
desobediencia a las normativas federales, cuya autoridad central ha dicho O Brasil não pode parar.
En este
escenario, los números oficiales contabilizan al 29 de abril más de 72.739 casos confirmados y 5.026 muertes – aunque existen
estudios que estiman que puede llegar a 15 veces más, considerando los casos de
personas asintomáticas, la falta de test masivos, y las denuncias de registros
de muertes que han sido vinculadas a enfermedades preexistentes.
La
irresponsabilidad de la presidencia, minimizando los efectos de la pandemia en
Brasil, se confirma en algunos de los pronunciamientos oficiales, cuando se le
preguntó sobre el número de muertes, y a lo cual respondió ¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué querés
que haga? Yo soy Messias (por su segundo nombre), pero no hago milagros. A lo cual se agregan los dichos sobre
que el brasileño debería ser estudiado
porque se mete en la alcantarilla y no le pasa nada y que no hay con que se preocupar porque lo que
está pasando es solo una gripecita. Además,
su presencia en manifestaciones en las que se pidió que los gobernadores
determinen el fin de las medidas de aislamiento social va en el mismo sentido.
Los impactos
que pueden tener esas comunidades son gravísimas, incluso se teme la
aniquilación de muchas de ellas debido al nuevo COVID-19. Se debe tener en
cuenta que las enfermedades respiratorias son la principal causa de muertes entre
las poblaciones nativas brasileñas. A esto se le suma la preocupación por el
abastecimiento de las comunidades que compran sus alimentos en las ciudades.
Cristina Gurgel (2010), señala que las enfermedades han tenido un papel
importante en la historia del genocidio de la población indígena en Brasil; ya
que, desde la época de la colonia, el “hombre blanco europeo” llegó a matar 95%
de la población indígena por causas relacionadas con la salud.
El último censo demográfico (realizado en el 2010), revela que la población indígena en Brasil creció un 10,8% respeto al censo anterior; lo cual se atribuye al hecho de que esas poblaciones están saliendo de la invisibilidad, y buscan mejores posibilidades de vida, especialmente a partir de los incentivos otorgados por las políticas públicas de carácter afirmativo. De tal modo, se logró identificar la presencia de personas auto declaradas como indígena en al menos el 80,5% de los municipios brasileños. En total, se cree que la población originaría sería aproximadamente un 0,4% de la población total brasileña. En ese conjunto, no se contabilizan los pueblos indígenas aislados- con ningún contacto o con muy poco contacto exterior – que según la según la FUNAI, cuentan con registros de 107 pueblos aislados.
El sitio COVID-19 y pueblos indígenas en Brasil que hizo un mapa de indicador de vulnerabilidad, señala que la Amazonia brasileña es la región en que esa población se encuentra con un gran índice de vulnerabilidad, teniendo en cuenta la disponibilidad de camas hospitalarias, número de casos y óbitos por municipios, perfil etario de la población indígena, vías de acceso y otros factores relacionados a la estructura de atendimiento de la salud indígena y movilidad territorial.
En las comunidades indígenas los datos oficiales del Ministerio de la Salud contabilizan 92 casos confirmados y 4 muertes, localizándose 82 en el Estado de Amazonas. Las organizaciones de la sociedad civil denuncian que este número está cargado de racismo por no considerar los indígenas que viven en las zonas urbanas, y que esos números podrían ser mayores entre las poblaciones indígenas.
Pero además de la coyuntura que el coronavirus impone en el Brasil vinculada a la salud, las organizaciones sociales indígenas señalan el avance de acciones invasoras en la Amazonia de los terratenientes en sus tierras, con la posibilidad de que los mismos trasladen el virus a las comunidades. Las poblaciones originarias también denuncian las acciones anti- indígenas del gobierno federal, que propician una regresión en sus derechos y no llevan adelante la debida fiscalización en lo referido a invasiones, deforestación y tala de árboles de la floresta amazónica: generando de este modo una doble situación de vulnerabilidad para las comunidades indígenas de la región.
Gilma Vieira da Silva Asistente Social por la Universidad de Brasilia y estudiante de la Maestría en Derechos Humanos y Democratización (CIEP- UNSAM)
Marleide Ferreira Rocha Abogada de la Faculdade de Direito de Varginha do interior de Minas Gerais y estudiante de la Maestría en Derechos Humanos y Democratización (CIEP- UNSAM)
Referencias
Gurgel Cristina (2010). Doenças e Curas – O Brasil nos Primeiros Séculos. Ed. 1. Editora Contexto.
Gersem dos Santos Luciano (2006) O Índio Brasileiro: o que você precisa saber sobre os povos
indígenas no Brasil de hoje – Brasília: Ministério da Educação, Secretaria de
Educação Continuada, Alfabetização e Diversidade; LACED/Museu Nacional.
