Despojados/as de todo, incluso de sus derechos

Personas en situación de calle: contexto, indicadores y realidad social de una problemática poco visibilizada.

“La calle no es lugar para vivir”, en la calle se está desprotegido ante el frio y el calor; en la calle es difícil mantener la familia unida; en la calle no se puede tener resguardadas las pertenecías: frazadas, alimentos, vestimenta, recuerdos; en la calle resulta dificultoso preparar la comida; en la calle se recibe violencia. Vivir en la calle es una situación violenta.

Las personas en situación de calle tienen vulnerado más que el derecho a la vivienda, su integridad física-emocional, la cual se encuentra deteriorada. Entre agosto 2022 y agosto 2023 se registraron 233 casos de violencia en la Ciudad de Buenos Aires y no solo por fuerzas de seguridad sino también por parte de vecinos/as

El 19 de agosto de cada año, desde 2004, se conmemora el “Día de las personas en situación de calle”. La fecha no es festiva, sino más bien llama a la reflexión ya que se recuerda ese día por jornadas de violencia ejercida por policías sobre quince personas que vivían en situación de calle en San Pablo – Brasil. Desde entonces, en distintos países de Latinoamérica, se utiliza la fecha para realizar intervenciones que visibilicen la problemática de personas en situación de calle.

Según el censo 2022, en Argentina hay 2962 personas en situación de calle. No obstante, distintas organizaciones de la sociedad civil e investigadores/as especialistas en el tema cuestionan esa cifra esgrimiendo que son más las personas que se encuentran sin hogar dada la cantidad con las cuales ellos cotidianamente se relacionan. Existen decenas de organizaciones, que preocupadas ante la situación de miles de personas, se ocupan de realizar acciones para palear algunas de las necesidades. Comedores, merenderos, iglesias, ollas populares son algunos de los dispositivos más conocidos. Entre estos, existe una organización que trabaja con personas en situación de calle: se trata de una olla popular que realiza comida vegana.

Pese a que las personas sin techo tienen vulnerado muchos de sus derechos, y la necesidad de alimentarse es acuciante, resulta necesario pensar más allá de llegar con un plato de comida. ¿basta con que las personas en situación de calle logren comer? ¿qué comida les llega? ¿la comida que les llega es nutritiva?

Ante la grave problemática de pobreza, a veces se acciona para el cumplimiento de lo básico. No obstante, entre cientos de organizaciones que realizan ollas populares una (entre muchas) de ellas: “Amigues por las calles” se propuso ir más allá del plato de comida y pensar en la cuestión nutritiva sin violencia animal y con contención y acompañamiento hacía las personas destinatarias de la comida.

Amigues por las calles es una organización que nace a mediados del 2018 con la intención de gestionar una olla popular vegana en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. La organización se sostiene en base al trabajo voluntario y comunitario de 30 compañerxs que gestionan donaciones, cocinan, recorren las calles y difunden sobre la organización. Además de quienes trabajan activamente cada semana para las recorridas de entrega de viandas a personas en situación de calle, la olla se sostiene por medio de donaciones de vecinxs y comercios.

¿Por qué olla popular vegana? Quienes conforman la organización Amigues por la calle entienden que las personas que se encuentran en situación de calle carecen, muchas veces, de la posibilidad de elegir cómo alimentarse y reciben comida con altos porcentaje de carbohidratos, pocas verduras y poca diversidad de alimentos. Las viandas que ellos preparan buscan equilibrar los valores nutricionales (con asesoría de un  nutricionista), diversificar los tipos de alimentos incluyendo legumbres, verduras, hongos, frutas, etc. Las personas que reciben estas viandas esperan el día jueves para comer esta comida argumentando que les hace bien al estómago, además de ingerir alimentos que no suelen recibir de otras ollas o que ellxs desconocen como cocinar.

Amigues por la calle, actualmente, prepara 220 viandas por semana: 180 son entregadas los jueves por la zona de Congreso y 40 los lunes a personas en situación de calle que viven en las inmediaciones de aeroparque. No obstante, su lucha va más allá del plato de comida y que ese alimento sea nutritivo, sino que, adicionalmente, busca un acercamiento vincular con las personas y luchan contra las violencias que reciben.

Las personas en situación de calle reciben distintos tipos de violencias, la más conocida y teorizada es la institucional, es decir, la ejercida por personas pertenecientes a instituciones como el Estado. Aunque no es el único tipo de violencia que reciben ya que parte de la sociedad también ejerce violencia sobre ellos/as ya sea con insultos, con discriminación, con estigma, entre otros modos. En el informe presentado el 23 de agosto sobre la situación de personas en calle han dado cuenta de violencias del tipo estructural es decir aquellos daños que reciben las personas por vivir en la calle: daños por frio o calor; lesiones en el cuerpo por dormir en el piso, marcas de contenedores en los cuerpos, entre otras.

Las sociedades latinoamericanas se encuentran atravesadas por importantes desigualdades y son muchos los colectivos vulnerados de derechos, las personas en situación de calle son uno de los grupos más afectados, todos (o casi todos) sus derechos se encuentran vulnerados. Resulta necesario incorporar en las agendas públicas y de gobierno acciones para tratar la problemática, asimismo, como defensores de derechos humanos visibilizar la problemática, acompañar las organizaciones de la sociedad civil que se ocupan del tema. En nuestro lugar de ciudadanos/as resulta importante sensibilizar sobre las violencias que reciben las personas en situación de calle y como la calle no es lugar para vivir y tampoco un lugar para morir.

Eduardo Verón.
Licenciado en Ciencia Política, Magister en Derechos Humanos y democratización en América Latina(CIEP- UNSAM), actualmente Becario doctoral CONICET con lugar de trabajo en el Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas – UNSAM