Del #BlackLivesMatter al #RegularizaciónYA: El movimiento antirracista también se levanta en Europa
On 06/07/2020 by adminEn las últimas semanas Estados Unidos ha vivido uno de los mayores episodios de protesta social en décadas. La muerte del ciudadano negro George Floyd a manos de la policía, el pasado mes de mayo, desató una oleada de indignación antirracista bajo el lema #BlackLivesMatter. Las imágenes de Floyd gritando “no puedo respirar”, mientras el policía que lo estaba deteniendo le hundía su rodilla en el cuello, dieron la vuelta al mundo. Martin Luther King III, activista e hijo del líder afroamericano Martin Luther King, afirma que nos encontramos ante el mayor estallido de protesta social desde el asesinato de su padre (1968), y que, si bien gran parte ha sido de carácter pacífico, la violencia que también se dio se explica porque esta es “el lenguaje de los no escuchados”, tal como también decía su padre [1]
La indignación ante la violencia policial contra la población negra, así como el racismo estructural que la sustenta, también llego a distintos países europeos, entre ellos al Estado español. A lo largo de todo el país, las comunidades racializadas y migrantes han organizado protestas con las que han denunciado la violencia y discriminación que también sufren dentro de las fronteras europeas.
Alaaddine Azzouzi, activista antirracista, nos cuenta como en el contexto del estado español el #BlackLivesMatter cuenta con un componente de hermandad con el movimiento en Estados Unidos, pero a la vez también con una resignificación propia por la denuncia del racismo institucional en el país, la no regularización de las personas migrantes en situación administrativa irregular y las violencias policiales en el marco de este Estado europeo. Respecto al último punto, Azzouzi repasa algunos casos tristemente emblemáticos, como el del Tarajal, donde quince personas provenientes de distintos países africanos murieron ahogadas en el mar tratando de llegar a costas andaluzas, mientas eran disparadas con balas de goma y botes de humo por la policía española, o el de Ilias Tahiri, un adolescente muerto en un centro de menores cuando varios agentes de seguridad lo inmovilizaban colocados sobre su cuerpo [2].
“Decir Black Lives Matter en Europa implica también denunciar las violaciones en fronteras y las políticas de muerte” afirma Azzouzi. Cuando este activista nombra algunos casos de racismo policial en el Estado español, hace hincapié en el de Daniel Jiménez. Este hombre gitano, de 38 años, fue detenido y trasladado bajo custodia policial a una comisaría, donde horas más tarde aparecería su cuerpo sin vida en un calabozo [3]. A pesar de que estos hechos ocurrieron a principios de junio, cuando las noticias que llegaban de Estados Unidos habían puesto el debate sobre abusos policiales y racismo en la primera línea de actualidad, pasaron casi desapercibidos para la gran mayoría de medios.
“La lucha antirracista en Europa pasa necesariamente por confrontar el antigitanismo, la forma de dominación racial conformada desde los albores de la modernidad europea para contener, dominar o eliminar a la minoría más extensa y antigua del continente”, explica Cayetano Fernández, miembro de Kale Amenge, organización política romaní que lucha por la emancipación colectiva del pueblo Rom. Para Fernández, la modernidad europea ha intentado deshumanizarles para así despojarles de su capacidad de agencia política, desplazando su lucha hacia los márgenes, espacio que comparten con afrodescendientes, musulmanes, migrantes y todos los colectivos racializados durante más de 500 años. Desde Kale Amenge, apuestan por la alianza de los que se encuentran en estos margenes como forma de confrontar el racismo impuesto por la blanquitud, asumiendo con responsabilidad la posicionalidad política que comparten. “Eso nos sitúa, necesariamente, a todos los racializados en un mismo ejército, concluye Fernández.
La activista antirracista decolonial Dai Sombra, afrobrasileña que reside en el Estado español desde hace diecinueve años, habla de la ola de indignación y conmoción que supuso el asesinato de George Floyd para los africanos y afrodescendientes de España, que los llevo a unirse a las protestas organizadas en todo el mundo para denunciar los asesinatos de personas Afro a manos de los cuerpos policiales y las instituciones. “Existen muchas formas de matar o agredir un cuerpo Afro, desde las políticas de control de las fronteras, hasta los asesinatos en los Centros de Internamiento de Extranjeros”, explica Dai.
Como forma de dar respuesta a estas situaciones se conformó la CNAAE – Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España, el colectivo que ha convocado y liderado la inmensa mayoría de movilizaciones antirracistas en el Estado español a lo largo de las últimas semanas. La CNAAE está formada por organizaciones, activistas, militantes y defensores de derechos humanos que des de hace ya mucho tiempo denuncian “las violentas agresiones sufridas día a día por la gente afro y la falta de medidas institucionales que les den respuestas”, explica Dai, quien asegura estar viviendo uno de los momentos más importantes en lo que se refiere a la unión Afro des de que llego al Estado español.
“El movimiento #BlackLivesMatter en el Estado español ha hecho resonar los nombres de las víctimas del racismo, asesinados de forma física o institucional, y ha asumido también el grito de #RegularizaciónYa”, afirma Dai. A lo largo de la actual crisis sanitaria, más de 1100 organizaciones antirracistas articuladas bajo la campaña #RegularizaciónYa, vienen exigiendo la regularización permanente y sin condiciones de todas las personas migrantes y refugiadas que viven en el Estado español. El diecinueve de junio, esta campaña presentó en el Congreso español una Proposición no de Ley con la que se insta al Gobierno a regularizar las más de 600.000 personas migrantes que viven en una situación administrativa irregular [4].
“Actualmente las vidas negras no importan, ni en Estados Unidos ni en Europa, eso debe cambiar” explica Lamine Sarr, portavoz del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona. Sarr lamenta el maltrato policial que la población negra sufre de forma general por parte del Estado español, agravada particularmente en el caso de los manteros. También las miles y miles de personas que migrando de África a Europa han perdido la vida ahogadas en el mar Mediterráneo a lo largo de los últimos años, “sin que a los gobiernos parezca importarles”. Para el portavoz del Sindicato, no cabe duda de que el #BlackLivesMatter es tan necesario en el contexto norteamericano como le es en el europeo.
Después de meses de confinamiento y a las puertas de una importante crisis económica y social, el primer movimiento que ha retomado con más fuerza las calles en el Estado español ha sido el del antirracismo. A pesar de haber recibido críticas envueltas bajo la consideración de estar promoviendo reivindicaciones “importadas”, este movimiento está cargado de razones con las que mostrar como también en Europa los asesinatos y muertes violentas son la cara más visible de un racismo estructural al que no solo vienen a denunciar, sino también a impugnar.
Jordi Campabadal Graus
Abogado por la Universidad de Barcelona. Magister en derechos humanos y democratización (CIEP- UNSAM)
Referencias
[1] https://www.eldiario.es/internacional/hijo-Martin-Luther-King_0_1036246975.html